Ciudad de México, 15 de abril de 2022.- Los católicos se abstienen de comer carne el Miércoles de Ceniza, el Viernes Santo y los viernes de Cuaresma.
De acuerdo a la Arquidiócesis de Saint Paul y Minneapolis, la abstinencia es una de las tradiciones cristianas más antiguas.
Desde el siglo I, el día de la crucifixión se ha observado tradicionalmente como un día de abstención de carne, también llamado ‘ayuno negro’, para honrar a Cristo, que sacrificó su carne en un viernes.
Hasta 1966 la ley de la Iglesia prohibía la carne en todos los viernes durante todo el año; después, la nueva ley, promulgada en 1983 en el Código de Derecho Canónico revisado, señala:
“La abstinencia debe observarse el miércoles de ceniza y el viernes de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo”.
“Todas las personas que hayan cumplido los catorce años están obligadas a la ley de abstinencia”, añade.
La Arquidiócesis de Saint Paul y Minneapolis también señala que Jesús sacrificó su carne por sus hijos en Viernes Santo, razón adicional por la que los católicos se abstienen de comer carne en su honor los viernes.
La prohibición incluye la carne de los mamíferos y de las aves de corral, y los principales alimentos que entran en este apartado son la carne de vaca y de cerdo, el pollo y el pavo.
Aunque la carne está prohibida, los productos no cárnicos de estos animales no lo están; es decir, la leche, el queso, la mantequilla y los huevos.
El pescado no pertenece a la categoría de carne. La palabra latina para carne, ‘caro’, de la que proceden palabras como carnívoro y carnívoro, se aplica estrictamente a la carne y nunca se ha entendido que incluya al pescado.
Además, antiguamente la carne era más cara, se comía sólo de vez en cuando y se asociaba a los festines y las celebraciones, mientras que el pescado era barato, se comía más a menudo y no se asociaba a las celebraciones.
La Arquidiócesis de Saint Paul y Minneapolis dice que la abstinencia, además, es una forma de penitencia que busca alejar del pecado y volver a Dios.