Ciudad de México, 24 de noviembre de 2022.- El 24 de noviembre de 1991, el mundo perdió a uno de los mejores cantantes de rock de todos los tiempos: Freddie Mercury.
El líder de Queen tenía sólo 45 años cuando murió debido a complicaciones del VIH, dejando a los fans de Queen y a los amantes de la música de luto.
Conocido por sus enérgicas actuaciones, sus extravagantes trajes y su potente voz, Freddie sigue siendo un icono hasta el día de hoy.
Freddy Mercury, nacido en Stone Town el 5 de septiembre de 1946, fue un cantautor y compositor británico. Se le recuerda por su talento vocal y su exuberante personalidad sobre el escenario.
Se le considera uno de los artistas más famosos e influyentes de la historia del rock. También se le reconoce como uno de los mejores frontman de la historia.
En 2008, la revista estadounidense Rolling Stone lo situó en el puesto 18 del ranking de los cien mejores cantantes de todos los tiempos. Al año siguiente, ocupó el primer puesto en las entradas de rock para Classic Rock.
El 18 de febrero de 1990, Freddy Mercury hizo su última aparición televisiva en directo, en la entrega del premio a la contribución de Queen a la música británica en los BRIT Awards.
La creciente difusión de noticias sobre una posible enfermedad de Mercury, amplificada por la muerte por sida de Nikolai Grishanovich, uno de sus muchos amantes, hizo que el grupo decidiera emitir un comunicado oficial en el que se negaban todas las acusaciones sobre el cantante.
Su última aparición pública se remonta al vídeo de la canción These Are The Days of Our Lives. En él, el frontman aparece muy demacrado. Sin embargo, el videoclip de la canción se hizo público sólo después de su muerte, por voluntad propia, y se editó en blanco y negro para ocultar los signos de la enfermedad en la piel.
A las 18:48 de aquel ya lejano 24 de noviembre de 1991 Mercury falleció en su casa de Logan Place a causa de una bronconeumonía agravada por complicaciones del sida, a los 45 años, con Jim Hutton a su lado.
El funeral, que tuvo lugar en el cementerio de Kensal Green de forma estrictamente privada, fue celebrado por dos sacerdotes zoroastrianos. Sólo treinta y cinco personas asistieron al funeral, incluidos sus padres, su hermana Kashima y su marido, sus compañeros de banda Mary Austin y los cantantes Elthon Jonh y David Bowie.
El féretro fue introducido en la capilla al son de las versiones de Aretha Franklin de Take My Hand, Precious Lord y You’ve Got Friend.
Según su última voluntad, Mercury fue incinerado y sus cenizas fueron confiadas a Mary Austin. Las guardó en su habitación durante unos dos años y luego las esparció en secreto en el lugar designado por el cantante.
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