Ciudad de México, 12 junio 2022.- A estas alturas, seguramente ya has escuchado sobre las explosiones solares y que estas pueden llegar a afectar a la Tierra, aunque estemos a años luz de distancia.

Sin embargo, recientemente la discusión sobre este fenómeno ha girado sobre las súper erupciones, que se describen como explosiones que se dan en la superficie de las estrellas y que pueden ser vistas a cientos de años luz de distancia.

A la par de este tema, un estudio publicado en la revista Astronomical Journal, detalla que este fenómeno no sólo era propenso en estrellas jóvenes, sino también en algunas más viejas como nuestro Sol… por lo que surge también la posibilidad de que estas súper explosiones puedan representar una amenaza más seria para el planeta.

¿Qué tipo de amenaza representa?

El autor del artículo, Yuta Notsu comenta que, si el Sol llegara a registrar este fenómeno, la Tierra estaría en el camino de una onda de radiación de altísima energía, causando apagones en la energía eléctrica, así como cortocircuitos en los satélites de comunicación.

Asegura que, si bien estos fenómenos no ocurren con mucha frecuencia, la posibilidad de que ocurra dentro de los próximos 100 años está latente.

La vida del planeta está condenada

Aunque en realidad hay infinitas amenazas para la vida del planeta, ninguna es más certera que en algún momento, el Sol terminará comiendo a la Tierra.

Desde hace un par de décadas los científicos y colaboradores de la NASA, han afirmado que el Sol está en constante expansión y que muy probablemente devorará a Mercurio, Venus y a la Tierra.

Si es que antes el planeta no es destruido por un Asteroide o por la misma raza humana, los cálculos indican que esto pasaría dentro de los 5 mil millones de años… así que podrás dormir tranquilo, o no.

Cuando el Sol aumente su tamaño, perderá mucha de su masa en lo que se conoce como viento estelar, lo que causará que las órbitas de los planetas se amplíen tanto que nuestro planeta podría escapar de ser devorado por el Sol.

Aunque todavía sigue la posibilidad de que la gravedad terrestre acerque lo suficiente a nuestro planeta hacia ese destino, sin embargo, seguramente la vida en la Tierra ya no exista para ese entonces.