Tokio, 9 de junio de 2022.- Ingenieros de la Universidad de Tokio han encontrado una forma de poner piel humana en un dedo robótico que casi parece de verdad.

En un artículo publicado el jueves en la revista Matter, la piel injertada hizo que el dedo animatrónico repeliera el agua y se autocurara.

La piel, en concreto, es una mezcla de colágeno, células precursoras de la piel y células de la piel que producen queratina.

Con esto, se espera avanzar hacia la construcción de robots con una piel viva tan funcional, sensitiva y sensible como la humana.

La piel de la mayoría de los robots humanoides está hecha de silicona, que parece bastante humana pero no es capaz de replicar la textura o las funciones de la piel real.

Los científicos han tratado de fabricar piel viva para nuestros homólogos sintéticos, pero ha sido una tarea difícil cubrir con materiales biológicos los duros contornos de un cuerpo robótico.

“Con ese método, hay que contar con las manos de un hábil artesano que pueda cortar y adaptar las láminas de piel”, explicó en un comunicado de prensa Shoji Takeuchi, ingeniero mecánico de la Universidad de Tokio y coautor del artículo.

“Para cubrir eficazmente las superficies con células cutáneas, establecimos un método de moldeado de tejidos para moldear directamente el tejido cutáneo alrededor del robot, lo que dio como resultado una cobertura de piel sin fisuras en un dedo robótico”, añadió.

Lamentablemente, como la piel es un material vivo, no puede sobrevivir en el dedo robótico durante demasiado tiempo sin un suministro constante de nutrientes y un método de eliminación de residuos.

Takeuchi y su equipo esperan solucionar este problema creando canales bajo la dermis que puedan proporcionar agua y nutrientes, como hacen los vasos sanguíneos en el cuerpo humano.

También quieren crear una versión de glándulas sudoríparas artificiales que ayuden a mantener la piel húmeda en ambientes secos.

También estudian la posibilidad de añadir otros elementos, como folículos pilosos y uñas, para que la piel sea más realista, e incorporar nervios que permitan al robot percibir y reaccionar ante su entorno.