Mediáticamente la ministra Esquivel está literalmente acabada.
Todo lo que se ha dicho del mencionado plagio en las redes sociales y en las columnas políticas, han dejado a la ministra Esquivel en tesitura de ser un personaje ya juzgado por la dureza y la gran influencia de los medios de comunicación.
Pero políticamente Yasmín Esquivel está sobreprotegida.
Y su protector es nada menos que el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, quien, pase lo que pase en este escabroso asunto, mantendrá como integrante de la Corte a la ministra denunciada de plagiaria.
El hoyo negro en cuestión es la actitud que asumirán las autoridades de la UNAM a la hora de calificar la acción incorrecta a todas luces de la ministra Esquivel.
Los especialistas como Eduardo Andrade y José Luis Camacho Vargas, ambos doctores en Derecho, aseguran que en la UNAM el plagio no está considerado como un delito. Es más, en ningún estatuto competente se menciona siquiera el plagio dentro de su espectro de temas.
Lo anterior favorecerá a Yasmín Esquivel.
El otro punto de difícil manejo será el del comportamiento de las autoridades de la UNAM en este caso.
En la UNAM el prestigio del rector Enrique Graue pende de un hilo si maneja torpemente el asunto del plagio.
Se sabe que los personajes de la 4T más influyentes en el rector Graue son el Doctor Juan Ramón de la Fuente y la actual jefa de gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum.
Ambos personajes ligados a la 4T deberán proceder con mucha cautela en el tema porque, si bien pueden decir que ellos no influirán en la decisión del Rector Graue, ni se meterán en el delicado asunto, el sentir de la opinión pública es que sí han sido muy, pero muy influyentes, en la actuación de Graue como Rector de la UNAM.
La Ministra Esquivel seguramente no presidirá la Corte a partir del lunes 2 de enero del inminente 2023.
Pero políticamente estará más viva que nunca y eso seguramente les pesará a quienes hicieron leña de su desafortunada aventura del plagio de tesis.
Veremos qué pasa.